Dentro de mi sueños vi una dama pequeña y volaba -¡es... una hada!- dije en voz alta y ella escapo de mi vista al mar -¡espera un momento!- le grite y ella paro y se regreso y me pregunto -¿para que quieres que me pare si tu no nos conocemos?- tienes razón en ello pero al ver que tu eras hermosa no quise detenerme en contemplar tu belleza- le dije y ella me respondió un poco intrigada -ja, humanos nomas quieren ver la belleza y no se preocupan por si, ni si son inteligentes- yo se que eres inteligente y eres perfecta en todo, por eso no debo tocarte- ella se sobresalto aun mas y me dijo con una voz mas clara -bueno humano, tu si sabes como son los hadas, has leído mucho últimamente sobre nosotras ¿verdad?- claro aunque no se todo sobre ustedes pero se puede saber que hada eres- ella se aclaro la garganta, dio unas risitas y me dijo un tono mas amigable- valla humano, te falta mucho, soy un hada del agua y vengo a examinar unas cosas cerca del mar, humano ya que te interesas por nosotras puedo saber tu nombre- bueno me llamo Anthony de la croix, es un nombre francés y ¿cual es el tuyo?- ella me respondió con tono grosero -humano tu no tienes derecho aun de saber mi nombre, primero tienes que hacer algo por mi- interesante, y ¿que buscas por aquí?- ella me respondió ya con un tono mas tranquilo -bueno... al momento no se, algo que me interese- me acorde en ese momento que tenia un caracol en mi bolsillo lo saque, se lo enseñe y le pregunte -¿esto te sirve de algo?- ella sorprendida me dijo -interesante, una concha rosa en forma de caracol, tal vez sea lo que necesito me lo podías dar- si claro, tenla no la ocupo- se la di y ella se movió de un lado para otro, después ella brillo y se hizo humana y me dijo-ahora me has hecho un favor y para decirte mi nombre tengo que decírtelo en una forma humana, me llamo karen de la croix, un apellido muy antiguo, no te sorprendas humano es coincidencia que los dos tengamos el mismo apellido, bueno me tengo que ir y gracias, espero vernos en otra ocasión, anthony- ella brillo de nuevo y se hizo hada y voló lejos.
En ese entonces me desperté y me di cuenta que ya casi era hora del amanecer, me levante me sacudí un poco, revise mi bolsillo y me di cuenta que la concha ya no estaba, tal vez se me callo, o tal vez no fue un sueño lo que vi.
