Era verano por la tarde, acompañaba a una amiga en un campo
de flores, cuando vimos una casa nada peculiar del lugar, un lugar casi en
ruinas se veía, nada parecido a un hogar normal, era de un tamaño
insignificante, de juguete tal vez, no lo se, mi amiga y yo nos sorprendimos al
ver la casita, ¿era de duendes o eran de enanos? Nos preguntábamos los dos- si
no lo descubrimos llegaremos tarde para el almuerzo- le dije a ella y me respondió
con una sonrisa- para que preocuparnos, si lo que hay adentro no nos incumbe-
sabia que ella tenia razón, pues ni yo estaba seguro si nomas era una casita abandonada
o si realmente era de criaturas míticas.
Un rato de silencio paso algo inusual, de la casita abrieron
puertas y ventanas, no lograba ver que era lo que lo hacia, intente asomarme
cuando mi amiga me dijo- vamos, no perdamos mas tiempo, que la hora del
almuerzo ya a pasado- nos fuimos del lugar mientras yo le respondí – tu en
prosa me has hablado, pero no tengo la culpa de que nos hayamos retrasado- una discusión
pequeña con un juego hacíamos, a lo que ella me respondió – tu has intentado
jugar, mas no has logrado escuchar, la culpa te voy a echar, si en mi casa no
me dan de almorzar- con astucia ella siempre me ganaba aunque no me desilusionaba
por que siempre creí que algún día le ganaría, pero no en este momento- esta
bien regresemos a tu casa si no te dan de comer te pones de malas, y no te
preocupes si te niegan dar de almorzar vas a mi casa a devorar lo que quieras- espera
un momento insinúas que yo devoro cosas-
y le respondí con una carcajada- claro que no… pero me e dando cuenta que te
comes todo de un solo bocado, además no lo digo de mal, tan solo estoy jugando
contigo o es que no lo recuerdas camarada- una risita salió de su garganta y
luego me dijo- que demonios regresemos a esa casita, al fin y cuentas tu me vas
a dar de comer-.
De regreso a ese lugar, estaba intacta, no habían cerrado la
puerta y las ventanas, me atreví a asomarme de un lado y mi amiga del otro – ¿que
es lo que vez?- me pregunto ella –veo unas habitaciones pequeñas pero no veo a
nadie que la habite- y escuche un pequeño susurro- eso es porque nos estamos
escondiendo de ustedes- creí que era de mi amiga así que le pregunte- ¿de quien
nos escondemos?- ¿escondemos… de quien? no hay nadie aquí mas que nosotros- con
una mirada curiosidad le dije- pero tu no dijiste que nos estamos escondiendo
de alguien- ella me respondió casi enojada- estas loco, yo no dije nada, tiene
alucinaciones-. Estuvimos un largo rato esperando a que sucediera algo y
susurre –pero si esa voz no fue de ella a de ser de los que viven aquí en
realidad o puede que no… algo raro sucede y porque no vi a nadie salir cuando abrieron
puertas y ventanas- escuche otro susurro- claro que nos viste, pero no pusiste
atención, y ahora estamos volando a tu alrededor- mirando ver si era cierto,
pero no vi nada, escuche una risitas y de nuevo susurraron- que ingenuo eres o
tonto tal vez, pero nunca nos veras si en ella no te atreverás- respondiendo en
susurro le dije- ¿atrever de que? No comprendo lo que dice- otra risita se
escucho y esta me contesto- nosotras sabemos que a ti te gusta ella, somos
hadas no comprendes, pero nosotras no nos veras si tus sentimientos ocultos tendrás-
si eso es cierto ¿ella si los puede ver?- la vocecita respondió- no, tampoco
nos ve, ella también oculta sus sentimientos y porque se acostó en este
momento, tal vez espera algo- intentare estar a su lado por lo menos- me recosté
a un lado de ella y pude ver como una de esas hadas volaba cerca, mi amiga me
dijo- entonces si era verdad, lo que insinuabas…- ¿de que?- ella me respondió-
bueno de dos cosas una de que yo devoro cosas- una risa salió de los dos y
luego prosiguió- y la otra de que alguien vivía en esa casa pequeña- ¿Cómo lo
sabes?- ella tomo mi mano y me dijo- una voz pequeña me dijo y creo que veo a
la protagonista de esa voz- creo que yo también la veo, será mejor regresar a
nuestros hogares, antes de que nuestro padres se preocupen por nosotros-.
